Las avispas y las abejas son dos insectos muy parecidos que pertenecen a la familia hymenoptera. Debido a su similitud, no sólo en el aspecto, sino también por el zumbido que producen al moverse, estas dos especies se suelen confundir con bastante facilidad. No obstante, es importante conocer las diferencias entre ambas, ya que sus picaduras provocan distintos efectos en el organismo.
¿Cómo son las abejas?
Si nos fijamos bien, las abejas tienen el abdomen y el tórax peludo, su cuerpo es de color pardo y dorado, y tienen un conjunto de pelos pequeños en las patas que les sirve para recoger el polen. Asimismo, también se caracterizan por tener dos pares de alas y un aguijón con pelos, el cual, a diferencia de las avispas, se queda clavado en el momento de la picadura y esto provoca su muerte.
Respecto a su alimentación, las abejas son herbívoras y el néctar de las flores constituye su principal fuente de comida. En el caso de las abejas reinas, la jalea real es un producto básico en su dieta.
Por norma general, este insecto suele tener un carácter pacífico. Su principal función es formar enjambres y fabricar su panel con cera, por lo que si alguna vez has tenido la oportunidad de observar su organización, es posible que te haya parecido increíble. Además, las abejas tienen un papel fundamental en el entorno debido a que son las grandes responsables del proceso de polinización.
¿Qué aspectos caracterizan a las avispas?
Por su parte las avispas combinan el color negro o marrón oscuro y el amarillo. Cuentan con unas mandíbulas muy potentes y se identifican fácilmente por su estrecha cintura que separa el tórax del abdomen. Aunque la mayoría de las avispas tienen 4 alas, también existen algunos tipos que no tienen.
Su aguijón es el responsable de las dolorosas y graves picaduras que provocan, pero a diferencia de las abejas, en este caso lo vuelven a sacar y no mueren posteriormente. Esto nos lleva a destacar su agresividad como principal rasgo diferenciador. Además, también hay que tener en cuenta que las avispas no son tan sociables como las abejas y que dependen de otros insectos para poder alimentarse y sobrevivir.
Plagas de avispas o abejas
A la hora de controlar una plaga de este tipo es necesario saber qué tipo de problema existe, ya que en Europa las abejas son consideradas una especie protegida debido a su importancia en el medio ambiente. Así, está prohibido destrozar los paneles de abejas o poner en marcha cualquier otro tipo de acción que ponga en peligro estos insectos. En el caso de que llegaran a suponer un cierto peligro, sería necesario adoptar otras medidas diferentes a los tratamientos de desinsectación.
Respecto a la plaga de avispas, a pesar de constituir un gran control de otros insectos, cuando comienzan a construir enjambres en las viviendas o en zonas expuestas al paso de personas, es preciso combatirlas para que su presencia no resulte molesta ni peligrosa, sobre todo con la llegada del verano.